En anteriores noticias hemos hablado de los tratamientos posibles a seguir en caso de que se sufra algún problema de tipo linfático, como el linfedema. Pero también existen ejercicios complementarios que pueden ayudar a mejorar nuestro flujo linfático y a obtener un mayor beneficio junto con los tratamientos.

  1. Respirar: Sentados en una silla, con las manos en el abdomen, realizar entre 10 y 12 respiraciones profundas, para seguidamente, expulsar el aire lentamente. Este ejercicio es una buena manera de relajar nuestra musculatura.
  2. Movimientos de cabeza: De pie inclina la cabeza inclina la cabeza de un lado a otro y luego de adelante hacia atrás, con movimientos sutiles y sin forzar la posición del cuello. Luego realizar giros de cabeza, como si se quisiera mirar los hombros.
  3. Péndulo de brazo : Dejar que cuelgue el brazo y que hacer movimientos como si se dibujara un círculo en el suelo.
  4. La araña : Frente una pared , trepa con los dedos la pared como si fuera una araña. Se puede también hacer círculos como si se limpiara un cristal
  5. Mano al oído : Extiende el brazo en horizontal y lentamente lleva tu mano al oído del lado contrario. Realizar con el otro brazo.
  6. Manos a la espalda : Llevar las manos a la espalda como si quisiéramos abrochar algo.
  7. Ejercicios con un palo : Cogemos los extremos de un palo, y lo levantamos hasta la altura de los ojos y luego hasta que  quede vertical por encima de la cabeza con un movimiento suave.

Estos ejercicios requieren tiempo y constancia para que se noten unos resultados significativos. Son ejercicios que se pueden realizar en poco tiempo y desde cualquier lugar y ayudarán a mantener la movilidad de las articulaciones y a complementar los tratamientos que se realizan en nuestras instalaciones.