Aún hoy en día creemos en rumores y falsos mitos sobre los masajes por pura tradición, que vienen de épocas pasadas y están desfasadas con las técnicas del presente, y que generan desconfianza y excusas varias para no acudir a un especialista fisioterapeuta para hacer un tratamiento, que nos generaría muchos beneficios.

En este artículo presentamos una lista de falsos mitos que probablemente habrás escuchado durante tu vida, y que no son reales.

1. Si no duele, no tiene efecto

Es normal sentir ciertas molestias después de un masaje, tal vez porque es el primero que te haces o hace tiempo que no te haces ninguno y el cuerpo no está acostumbrado. Pero por regla general, no tendría que pasar. Si ves que realmente te duele, habla con tu profesional y que ajuste la presión del masaje.

2. Van bien para cualquier dolor

Es verdad que su acción puede ser muy beneficiosa, pero no en todos los casos. Si hay dolor se tendría que acudir a un médico que valoras si te sería apropiada para tu dolencia. Hay casos en los que es contraproducente como si hay infección cutánea, trombosis, desgarros o enfermedades reumáticas y renales. Siempre es mejor consultar a un especialista.

3. Si no cruje, no hay resultados

El crujido que a veces hacen las articulaciones durante un masaje, desde un punto de vista terapéutico, no tiene ningún valor. Se la manera con la que el cuerpo nos informa que va recuperando su movilidad natural. Lo importante no es tanto el chasquido sino que el terapeuta obtenga buenos resultados.

4. Va fantástico después de hacer deporte

Se comprobó hace unos años que inmediatamente después de una rutina de entrenamiento, un masaje profesional reduce la circulación, ya que la fricción que se genera durante la sesión comprime los vasos sanguíneos. Es mejor esperar unos 15 minutos después del ejercicio para hacer uno.

5. Propaga el cáncer

El cáncer es una enfermedad derivada de cambios genéticos, por lo que un masaje no tiene ningún efecto sobre la aparición o propagación del mismo. La asociación española contra el cáncer (AECC), admite que se obtienen resultados positivos contra el dolor y la ansiedad, así como en el tratamiento del linfedema, pero se tienen que evitar friegas directamente sobre tumores, prótesis, trombos y tejidos dañados tras una cirugía y radioterapia y que, en caso de osteopatía, está absolutamente contraindicado.

Lo que sí es seguro es que, en cualquier caso, es recomendable consultar con un médico antes de realizar cualquier tratamiento y que, en el caso de realizarlo, siempre se debe acudir a un fisioterapeuta profesional.